El reto de cubrir un color intenso
Has disfrutado tu apartamento, lo hiciste tuyo, le diste personalidad con ese rojo vibrante o ese azul profundo. Pero ahora llega el momento de devolverlo y las paredes deben quedar neutrales, impecables y listas para el próximo inquilino.
Cubrir un color intenso no es tan simple como pasar una brocha con blanco por encima. El secreto está en preparar bien la superficie y elegir los productos correctos para que el resultado sea perfecto.
Limpieza: el primer paso para un buen acabado
El polvo y la grasa son enemigos silenciosos que impiden que la pintura se adhiera como debe. Un paño húmedo con detergente suave puede marcar la diferencia.
La base que lo cambia todo
Si el color que quieres cubrir es muy oscuro, un primer gris será tu mejor aliado para neutralizarlo. Así evitarás que, después de varias manos de pintura, el tono original siga asomándose. Si hay manchas de humedad o grasa, un sellador bloqueador es imprescindible.
Pintar con paciencia y técnica
Aplica la pintura en capas finas, dejando secar entre cada una. Dos o tres manos suelen ser suficientes para lograr una cobertura perfecta. Usa rodillo para superficies amplias y brocha angular para esquinas y bordes.
El toque final
Revisa la pared bajo diferentes luces. A veces, lo que parece perfecto de día revela transparencias de noche. Si es necesario, añade una capa más. Así tu pared quedará impecable y lista para entregar sin complicaciones.
Dejar tus paredes impecables es más fácil cuando cuentas con las pinturas y acabados adecuados. Con Pineco tienes opciones de alta cobertura que hacen desaparecer cualquier color intenso. Descubre cuál es la ideal para ti.

